miércoles, 15 de junio de 2011

HABLANDO CON VINCENT ROTENSKY...

El otro día, por la tarde, me dispuse a llegar a una cita importante, una reunión con el mismísimo Vincent Rotensky, autor de varios libros de investigación sociológica, como "La ciudad perdida", "reflejos urbanos" y su obra más importante "la hora de los atormentados". estaba nervioso, durante las largas horas de conversaciones fructíferas via online con su persona, andaba ávido de sensaciones diferentes, de una conversación cara a cara con un gran escritor y gran pensador del S.XXI. no sabia como era, jamás había visto ninguna fotografía suya, no sabia como encontrarle, solo un par de palabras en un sobre con mi nombre en el destinatario: "te cito hoy, a las 21:00, en el café Victoria (Badajoz)". el corazón me dio un vuelco, eran las 19:23 horas de la tarde, sin pensármelo dos veces corrí como un loco, saqué mi billete de bus, y marché hacia Badajoz con lo puesto, no quería llevar nada, tenia el dinero justo para volver, solo quería hablar, mirarle a los ojos mientra filosofeo con un gran filosofo sociológico. curiosidad pura y dura. durante el trayecto, no hice mucho caso a los carteles de los pueblos que pasábamos, ni de la gente que subía o bajaba, la música acrecentaba la situación hasta limites insospechados, nada podía quitarme de mi ensimismamiento racional en cual me hallaba metido. era lógico, los escritos sobre "los atormentados" me resultaba familiar, sus reflexiones de la vida eran fascinantes y arrolladoras, sus depresiones eran optimistas y sus alegrías, sospechosas. cuando llegue a Badajoz, los nubarrones cubrían el cielo, no tardo en llover a mares, cosa que no iba a quitar mi empeño de seguir con el plan. corrí como alma que lleva el diablo, y me plante a las 20:59 horas en el café Victoria. me senté junto a la puerta, para ver pasar a la gente, me fijé que estaba desierto, solo el camarero en la barra y yo. El señor Rotensky no aparecía, se retrasaba en su hora, pero quería esperar el tiempo que fuera, era una situación única y no la iba a desaprovechar. rechace al camarero varias veces, a la espera de que llegara mi citador. me fumé 3 cigarros seguidos, dándole vueltas al coco. entraron personas en pareja y se sentaron en frente, pidieron sus copas y comenzaron a hablar y a reír entre ellos.un señor se sentó en la barra y pidió un capuchino espumoso y meditaba en silencio. mi paciencia tocaba fondo, fui a preguntar a el camarero sobre si conocía a Vincent Rotensky, si me podía ayudar a localizarlo por si entro allí, o me dejo alguna nota. pero nada. la cara del camarero al preguntarle sobre el, fue una mueca de risa, haciendo repetir el nombre varias veces y con cara de no saber absolutamente nada...me volví a sentar, y para mi sorpresa, un sobre se hallaba en mi asiento, era de Vincent Rotensky, la abrí apresurado y sorprendido...al abrir aquella nota, mi sorpresa fue mayúscula...aun intento averiguar que absurda idea era la que allí se expresaba...aun intento asimilar que lógica tendría aquello, pero en cierta manera me gustó. tiré aquella carta a la basura, y me fui extrañado del bar, todos me miraban con cara de sorprendidos, quizás me tomaron por loco...y es normal, en aquella carta, no había una disculpa por la falta, no había ninguna explicación del porque de aquella cita sorpresa, ni siquiera una famosa frase de el...en aquel trozo de papel deciase: "no me esperes más, tu eres Vincent Rotensky, inconsciente"....sin más volví a casa, y ahora Vincent Rotensky me sirve de inspiración como mi alter ego, escribiéndose a si mismo, para poder existir. no era más que una locura engendrada, para ayudarme a pensar.y yo la acepto como tal. FIN

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