martes, 21 de febrero de 2012

Cuaderno de viaje I: Madrid

Y que decir de Madrid, para alguien tan aprensivo como yo, a los devenires de la gente, no pude encontrar ciudad más atractiva y gigantesca de España. A pesar de todos mis viajes a grandes ciudades españolas, Madrid tiene su característica especial. Edificios enormes que datan de décadas y siglos atrás, lugares de renombre; como Gran Vía, El Retiro o el Prado. Miles de lugares por los que pasear, miles de personas alrededor; cada uno con sus quehaceres, su aceleradas vida y sus miradas soslayadas mirando a un punto fijo, sin entrar en percatarse de la gente que les rodea. Es curioso como se mueven, como reaccionan antes las cosas. No se funciona igual, no se vive igual, y no esperaba menos.

Una ciudad que nunca duerme, con miles de calles con zona azul, imposible de aparcar, personas con patines y skates, snobs, modernitos, sudamericanos, chinos, indios, japoneses...de todo. Una ciudad en la que todo el mundo tiene su sitio, cada cual más especifico y más original. Por cierto, una ciudad capitalista, muy cruel y despiadada, creada como una "trampa" en la cual sacar cada sestercio a todo viandante de mollera floja. Da miedo pensar en como huir de la ciudad con 10 euros solamente. Pero que decir, me ha flipado con mayusculas, cada rincon la hace mas interesante, todo el mundo se encuentra alli, no me extraña que conocidos se hayan quedado en aquella ciudad, normal que se desprecie lo mundano de lo rural, una ciudad con personalidad propia, que te enseña y te desgarra a la par. le concedo de alto grado, mi gratitud de haberla conocido, y mi mas profundo odio por el caos perfecto. ya concretaré.